Perón, Evita a prawa polityczne Argentynek
Pierwsza administracja prezydenta Juana Domingo Peróna doprowadziła do nadania argentyńskim kobietom praw obywatelskich. Zarówno Eva Perón, jak i prezydent byli w stanie określić możliwości i potencjał głosów kobiet służący wzmocnieniu partii peronistów. Chociaż Evita nie mogła sprawować funkcji prezydenta, kilka kwestii rozstrzygnięto pod jej wpływem i przywództwem. Co najważniejsze, partia peronistów doprowadziła do uchwalenia w 1947 r. ustawy o prawie kobiet do głosowania. Ponadto inicjatywa nominacji Evity Perón na wiceprezydenta była promowana przy wsparciu CGT. Współpraca między Peronem, Evitą i ruchem robotniczym przekształciła drugą połowę lat 40. XX w. w okres wdrażania argentyńskiej równości obywatelskiej pod względem płci. Prawo do głosowania pozwoliło Argentynkom osiągnąć nowy status, dzięki któremu mogły one wpływać na politykę i życie społeczne swojego kraju, a także na swój krąg rodzinny. W wyborach w 1951 r., pomimo śmierci Evity i jej wcześniejszego „wyrzeczenia się” kandydatury na wiceprezydenta, Juan Perón został ponownie wybrany prezydentem większością głosów kobiet. W 1973 r. Isabel Perón, trzecia żona Juana, została wybrana na wiceprezydenta tuż przed trzecią kadencją męża – kształtując prezydencką formułę Peron‒Peron. Później Isabel została prezydentem Argentyny (1974–1976), jej władzę obalono w wojskowym zamachu stanu.
El primer gobierno de Juan Domingo Perón fué el que sentó la base de los derechos cívicos de la mujer argentina. Tanto Eva Perón como el mismo presidente supieron identificar la oportunidad y el potencial del voto femenino, con el fin de fortalecer las bases electorales del partido peronista y de sus jefes. A pesar que Evita no pudo ejercer un puesto ejecutivo en el marco presidencial, fue ella quien bajo su sombra y liderazgo, se creó el Partido Peronista Femenino, fué sancionada la Ley de Sufragio Femenino en 1947 y promovió junto con la Confederación General del Trabajo (CGT) la iniciativa de su propia postulación a la vicepresidencia. La colaboración entre Juan Perón, Evita y el movimiento obrero, transformaron la segunda mitad de los años cuarenta del siglo veinte en la cuna de la implementación de la igualdad cívica argentina, en términos de género. El derecho de voto femenino ubicó a la mujer argentina en un nuevo status desde el cual pudo influir en el ámbito pólitico y social de su país, aún fuera de su hogar y de su círculo familiar. En las elecciones de 1951, a pesar de la muerte de Evita y del anterior “Renunciamiento”, Juan Perón fue reelecto con mayoría de votos femeninos. Años más tarde, en 1973, Isabel Perón – su tercera esposa, fue electa vicepresidente en vísperas de la tercera presidencia de Juan Perón – conformando la fórmula presidencial Perón‒Perón y posteriormente se transformará Isabel en Presidenta de la República Argentina (1974–1976), por el Golpe de Estado que instituyó la dictadura militar.
El primer gobierno de Juan Domingo Perón fué el que sentó la base de los derechos cívicos de la mujer argentina. Tanto Eva Perón como el mismo presidente supieron identificar la oportunidad y el potencial del voto femenino, con el fin de fortalecer las bases electorales del partido peronista y de sus jefes. A pesar que Evita no pudo ejercer un puesto ejecutivo en el marco presidencial, fue ella quien bajo su sombra y liderazgo, se creó el Partido Peronista Femenino, fué sancionada la Ley de Sufragio Femenino en 1947 y promovió junto con la Confederación General del Trabajo (CGT) la iniciativa de su propia postulación a la vicepresidencia. La colaboración entre Juan Perón, Evita y el movimiento obrero, transformaron la segunda mitad de los años cuarenta del siglo veinte en la cuna de la implementación de la igualdad cívica argentina, en términos de género. El derecho de voto femenino ubicó a la mujer argentina en un nuevo status desde el cual pudo influir en el ámbito pólitico y social de su país, aún fuera de su hogar y de su círculo familiar. En las elecciones de 1951, a pesar de la muerte de Evita y del anterior “Renunciamiento”, Juan Perón fue reelecto con mayoría de votos femeninos. Años más tarde, en 1973, Isabel Perón – su tercera esposa, fue electa vicepresidente en vísperas de la tercera presidencia de Juan Perón – conformando la fórmula presidencial Perón‒Perón y posteriormente se transformará Isabel en Presidenta de la República Argentina (1974–1976), por el Golpe de Estado que instituyó la dictadura militar.
Juan Domingo Perón’s first administration led to the basis of the civic rights of the Argentinian women. Both Eva Perón and the President were able to identify the opportunity and the potential of the female vote, in order to strengthen the electoral basis of the Peronist party and their heads. Although Evita could not be in an executive position in the presidential setting, a few things happened under her influence and leadership. Most importantly, the female Peronist party was created and the law of women’s right to vote was passed in 1947. Furthermore, the initiative of her nomination to the Vice Presidency was promoted with the support of CGT. The collaboration between Peron, Evita and the labor movement, transformed the second half of the forties of the twentieth century in the cradle of the implementation of the Argentinian civic equality, in terms of gender. Female voting rights gave Argentinian women a new status from which they could influence the politics and social life in their country, in addition to their influence on their family circle. In the 1951 elections, despite the death of Evita and her previous “renunciation” to be a Vice President candidate, Juan Perón was re-elected with a majority of female votes. Later, in 1973, Isabel Perón, Juan’s third wife, was elected as a Vice President right before the third Presidency of Juan Perón ‒ shaping the presidential formula Peron‒Peron. Later, Isabel will become the President of Argentina (1974‒1976), until she was overthrown in a military coup.